La CTA recordó a los jóvenes secundarios detenidos desaparecidos y a Jorge Julio López


En la Central de los Trabajadores de la Argentina de la provincia de Buenos Aires se realizó un homenaje a los estudiantes secundarios secuestrados durante la dictadura. Y hubo un recordatorio especial para Jorge Julio López, el testigo clave que puso preso al represor y asesino Miguel Etchecolatz. También hubo un fuerte pronunciamiento para extender los derechos juveniles como el de participar en las elecciones




La sede de la Central de los Trabajadores de la Argentina provincia de Buenos Aires se colmó de jóvenes secundarios con ganas de participar, de debatir y de ser protagonistas de un presente que los convoca. Y además saben que un pueblo que olvida su pasado está predestinado a repetirlo.

Por tal motivo, los jóvenes de la CTA bonaerense quisieron rendirle un homenaje a los chicos militantes de la UES de los años 70 que fueron detenidos desaparecidos en un operativo realizado entre el 9 y el 21 de septiembre de 1976.


Y para ello invitaron a Emilce Moler, una de las cuatro sobrevivientes de ese operativo criminal y a Emilio “Taca” Muntaner, senador provincial por el Frente para la Victoria y hermano menor de Francisco “Pancho” Muntaner que continua desaparecido desde aquellas noches negras. También estuvo presente Federico Nievas Congiett, presidente de la Unión Estudiantil Secundarios (UES).


Y la mesa la completaron María José Carrau Graunauer, Secretaria de la Juventud de la CTA bonaerense, Roberto Baradel y Daniel Pérez Guillen, secretarios General y Adjunto, respectivamente, de la central sindical provincial.



Luego de las presentaciones de rigor efectuadas por Carrau Graunauer, se realizó un reconocimiento especial a Jorge Julio López, testigo ocular en juicio que se realizó contra el represor y asesino Miguel Etchecolatz.



El compañero López fue secuestrado el 18 de septiembre de 2006 en la misma mañana que se leyó la sentencia contra el represor y desde ese entonces nunca mas se supo de él.



En ese contexto, Moler señaló que “hace seis años que estamos sin Julio López y es un dolor terrible ya que con él fuimos testigos contra Etchecolatz. Y hoy no está con nosotros”.


Además recordó que “con Etchecolatz tengo una historia de larga data ya que mi papá lo metió preso por ladrón. Luego mi viejo se jubiló y cuando vino la dictadura todos esos policías corruptos fueron ascendidos en forma meteórica”.


“Y cuando fue mi secuestro Etchecolatz se jactaba diciendo que 'que venga Moler a pedir por su hija'. Mi viejo me contó que si tenia que arrodillarse para pedir por mí lo haría pero por suerte a mi me liberaron y el nunca tuvo que ir a verlo” contó Moler.



Por otra parte, Moler aseveró que “mi viejo me contó que la dictadura limpio los legajos de todos los policía corruptos y luego los ascendieron a cargos importantes y ese fue el nacimiento de la maldita policía que aún tenemos”.



Además destacó que “a nosotros nos secuestró la policía bonaerense y a Luciano Arruga también. Por eso tenemos que seguir militando y acompañando este proceso iniciado en el 2003 para segur pidiendo justicia y depurar todas las instituciones como la policía y la justicia que aun sabemos que hay enquistados grupos que añoran los años de la dictadura”.



Por otra parte, Muntaner agregó que “hay una cuestión que no podemos obviar, y si bien, a partir del 2003, hemos dado muchos pasos en materia de derechos humanos, tenemos que reconocer que aún nos falta construir una policía al servicio del pueblo”.



Durante estos últimos nueve años se ha intentado maneras de democratizar las distintas fuerzas de seguridad para que estén al servicio de un proyecto de país y de provincia. “Si no somos lo suficientemente activos para lograr ese cometido con estas fuerza de seguridad creo que tarde o temprano se transformarán en corporaciones que boicotearán todo proceso de transformación”



“Y concretamente -continuó Muntaner- si no logramos transformar el servicio penitenciario, que es el caldo de cultivo de las organizaciones criminales y es la herramienta que usa el enemigo para desestabilizar una provincia o un país ya que generan el caos de la inseguridad”.




En tanto, Nievas Congiett, presidente de la Unión Estudiantil Secundarios (UES) reivindicó y la militancia de los jóvenes de los años 70 en especial a quienes dieron la vida por un proyecto de país.



En ese contexto, el joven estudiante señalo que “me da bronca cuando dicen que los chicos de la noche de los lápices dieron la vida por un boleto estudiantil nosotros los jóvenes de hoy creemos que ellos fueron a fondo y luchaban por un país justo, libre soberano y para ser vivido por todos los argentinos y no por una pequeña oligarquía de la sociedad rural”.



A su turno, Pérez Guillén reivindicó la importancia de los estudiantes secundarios que se suman a la actividad política en defensa de sus derechos y que se platean ser partes de un modelo político y social que los convoca.



Además agregó que “la presencia de los jóvenes y de los militantes como Emilce y Emilio son historias de militancia que nosotros debemos recoger para seguir avanzando y construir un país para todos”.



Por último, Baradel indicó que “haber hecho esta actividad, tener sentados a Emilce, a Emilio, Federico de la UES y a todos estos jóvenes secundarios me llena el corazón de esperanza y me da fuerzas para seguir luchando porque estoy convencido de que estamos ganado, le ganamos a la muerte, le ganamos a la desazón y al terror”.



“Estoy orgullo de estos compañeros -continuó Baradel- y me alegra que hayan elegido la Central de los Trabajadores de la Argentinas para homenajear a los compañeros detenidos desparecidos de la noche de los lápices y a Jorge Julio López”.

http://www.ctabsas.org.ar/La-CTA-recordo-a-los-jovenes.html









CONSEJO EJECUTIVO DE SECCIONAL
SUTEBA ECHEVERRIA-EZEIZA



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